Ahora, trancurridos dos años desde ese episodio, y viendo cómo realmente son estas personas, Pili me ha pedido que saque a la luz las páginas anteriores, que habían quedado guardadas sin publicarse en el Blog .
He aprendido que antes de embarcar personas a bordo más allá de un día o un fin de semana, como dice un buen amigo mío, hay que conocer mucho, pero que mucho al personal, ya que es muy desagradable tener este tipo de sorpresas.
Espero que parecido a esto no me vuelva a pasar nunca, pero si ocurriera, les desembarco inmediatamente, sin escuchar a nadie y sin contemplaciones. Me arrepiento mucho de no haberlo hecho esta vez.
Además en este caso, como Pili me insistió tanto en olvidar y guardar silencio al respecto, por mi parte, cuando regresamos, ya casi lo había olvidado.
Cual fue nuestra sorpresa cuando a los pocos días nos enteramos de que estaban circulando comentarios por el puerto de que les habíamos maltratado, por ejemplo que yo les obligaba a racionar una sola cerveza entre 3 ó 4. No mentían, cosa toalmente cierta, pero no explicaron que en la costa este de Italia y en Croacia las cervezas que compramos eran unas botellas grandes denominadas “PIVO” de .... 2 LITROS !!!!! Así, como esto, exageraron con todo.
Se olvidaron de decir que todo el viaje, especialmente Francisco y Nunci se comportaron como si vinieran de invitados de lujo, además de no tener claro el concepto de que a bordo no es como estar en una casa y que todos los recursos hay que optimizarlos al máximo.
Apenas colaboraron en ninguna tarea. La única vez que Francisco intentó amarrar, el cabo se fue al agua....
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