16,17, 18 ,19-6-2015 De Calabria a Roccella Jonica y Crotone

16,17, 18 ,19-6-2015 De Calabria a Roccella Jonica y Crotone

Hemos salido de Regio Calabria a las 05:45 HRB con unos 15 nudos de viento, pero el mar apenas rizado. 

Vamos remontando la punta del pie a unos 6,5 nudos. Al cabo de unas horas pasamos por delante del puerto de Saline Joniche, que es donde teníamos previsto llegar desde Milazzo. 
Menos mal que llamamos por teléfono y nos dijeron que estaba cerrado, ya que el puerto está prácticamente desaparecido. Si te acercas confiado de noche, te podría dar un buen susto.

El día transcurre con vientos variables, ahora pongo vela, ahora la quito...

Llamamos a Roccella Jónica para reservar amarre y nos explican que tenemos que entrar muy pegados a la roja en la bocana, ya que tienen muy poco calado. 

Hacemos la aproximación despacio y en medio de la bocana se nos dispara la alarma de la sonda a 2,0 mts hasta que unos metros más  adelante volvemos a recuperar los 3 de profundidad. 
Otro susto.

Es un puerto muy agradable, los pantalanes son con finger, con lo que el barco se amarra solo. 
Pagamos 40 euros. 
En el puerto hay un servicio de bicicletas  gratuito del Ayuntamiento (le damos  5 euros al jubilado que nos atiende) con las que puedes ir por un carril bici totalmente llano al lado de las playas de unos 3 Km. hasta el pueblo, donde hacemos un buen paseo y José  aprovecha para ir a la barbería. (Ha preguntado a un guardia municipal y le ha acompañado).

De vuelta al puerto, cenamos una pizza de metro, típicas de esta zona. Casi 1,5 Kg. de pizza. Estaba muy buena.

A las 05:15 HRB , salimos con calma total del puerto dirección noroeste para cruzar el Golfo de Esquilache.  

Aún no hacía 20 minutos que navegábamos, que en segundos , sube el viento a 25 nudos, y el mar empieza a levantarse. Reducimos un poco de mayor, sacamos medio génova y bajamos revoluciones de motor. El viento es de través y hacemos más de 7,8 nudos. 

De tanto en tanto hacemos una buena escorada con una buena ducha de agua salada. 

Todo el trayecto del golfo ha sido con este viento constante, hasta que nos hemos acercado al cabo de Rizzuto, donde el viento ha bajado considerablemente y la mar se ha quedado en rizada.

Acabando de doblar el cabo, de pronto el cielo se ha cubierto hasta quedar casi negro y hemos empezado a tener un espectáculo de relámpagos enfrente nuestro. 
Parecía una tormenta importante. 

Como estábamos a  2 millas de puerto, hemos recogido velas y  puesto motor a 2600 vueltas a más de 7  nudos y rumbo a la bocana. 

Al entrar a puerto, al fondo, vemos que nos hacen señales, un marinero nos indica que nos pongamos perpendiculares al muelle, donde no hay ningún otro barco. 
Tengo rachas de más de 25 nudos y el Lohanii es ingobernable para mantenerlo quieto un minuto y amarar. 
Efectivamente, el viento me abate enseguida, casi golpeo el muelle, una persona de tierra sube de un salto a bordo para ayudarnos con el muerto, pero no hay forma de tirar y aguantar el barco.  

Mientras nosotros estamos liados con todo esto, ha llegado otro  barco español, que de proa y con mucha pericia, ha conseguido amararse (lleva hélice de proa). 

Como veo que hay muchas probabilidades de enganchar algun cabo en la hélice, decido salir del muelle y volver a entrar poniéndome por barlovento de este barco, de forma que él aguante nuestro abatimiento, enseguida hemos amarrado. 
Entonces la tormenta se ha desviado  y ha vuelto la calma total.  

Si hubiésemos llegado 15 minutos más tarde no hubiésemos sufrido tanto. Nunca se sabe qué es mejor.

En una hora el pantalán se llena de veleros, supongo que todos han visto la tormenta y los relámpagos.

El barco vecino resulta ser  un Belliure de casi 12 mts. el “King Arturo” en el que viajan Paco  y Antonio. Están de vuelta de Grecia. 
Conversamos un largo rato con ellos, Paco es un pozo de sabiduría, se conoce muy bien toda esta zona, hasta el mar de Mármara.

También nos encontramos al Yin Yang, con Alex y Mireia, que   coincidimos en Carloforte. 
Están amarrados en otra marina a 300 mts. Ellos llegaron ayer, ya que desde Vulcano, pusieron rumbo directo a este puerto, navegando casi dos días seguidos.

Entre ayer y hoy, hemos visitado la ciudad. 

Tiene un paseo kilométrico que hemos recorrido casi en su totalidad. 

También hemos visitado el mercado de pescado y verduras, hay de todo y a muy buen precio. 

El casco antiguo de la ciudad nos ha recordado mucho al antiguo “canyeret” de Lleida.

Aprovechamos la ventolera para hacer colada y secar.

El Jueves 18, hay pronóstico de fuerza 7-8 con olas de casi 3 metros, por lo que todos decidimos  quedarnos aquí hasta el sábado, para seguir hasta Santa Maria de Leuca, que está en la punta del talón. 
Desde allí, ya remontaremos el Adriático, rumbo a Brindisi.